Ser emprendedor es un camino difícil, ya que está ligado a muchas situaciones de la vida, del mercado y a las oportunidades que se nos presentan.
- Talento: Es el principal, pues es desde aquí que comenzamos a desarrollar las demás características necesarias para llegar al emprendimiento; si conoces tu verdadero talento, sabes en qué sobresales, qué habilidades desarrollaste más rápido y qué te apasiona de verdad, por lo que habrás dado el primer gran paso en el camino.
- Liderazgo: Debes ser un ejemplo y hacer que las personas crean en ti, tomando la iniciativa y delegando funciones que sean importantes tanto para el crecimiento personal, como para el negocio.
- Visión: Tienes que ver más allá de lo superficial, porque si te comparas con los demás, te estancarás creyendo que no eres capaz. Comienza a proponerte objetivos de mediano y largo plazo que impacten en tu vida y en tu negocio de la mejor manera.
- Pasión: Lo que realmente se hace con gusto sale bien, por lo que tienes que tener alma y corazón en tu proyecto y dar todo lo que puedas de ti para vencer los obstáculos. No será fácil, pero si de verdad te apasiona lo conseguirás.
- Persistencia: Tienes que mantenerte constante en tus proyectos; el que un día te vaya mal no significa que debas dejar de intentarlo; al contrario, aprende de ello y mejora cada día.
- Valentía: Esto es muy importante, ya que muchos tienen ideas pero pocos luchan por ellas por miedo a fracasar. Hay que ser valiente e intentarlo, porque es la única manera de saber si realmente funcionará.
Después de estas características, necesarias para abrirte camino en el mundo del emprendimiento, viene el siguiente paso: el negocio.
- Objetivos: Identifica primero qué quieres lograr con tu negocio, hasta dónde quieres llegar y ten en cuenta todas tus aspiraciones.
- Investigación de mercados: Tienes que investigar, saber qué vas a vender, a quiénes, cómo llegarás a ellos, y qué competencia tienes, entre otro factores que tú mismo impondrás; responder a estas preguntas te hará más fácil el proceso.
- Inversión: Tienes que sacar tus ahorros, saber cuánto puedes usar para tu negocio y comenzar a distribuir el presupuesto con el que cuentas.
- Crear el plan de negocio: Ya después de haber investigado, aterriza todas tus ideas, céntralas en el mismo camino, e identifica qué sirve y qué no, según la información que obtuviste.
Por último, manos a la obra: arriésgate a emprender, porque si no lo haces nunca sabrás si tu negocio habría podido tener éxito.